Balance Vacunación contra W-135
Este martes se cumple un año desde que comenzó en Chile la vacunación contra la infección meningocócica producida por la bacteria W-135, un microbio de reciente presencia en nuestro país y que en 2012 irrumpió causando cuadros severos de meningitis e infecciones generalizadas (meningococcemias) a 60 personas, 28 de ellas niños menores de 5 años.
A un año de iniciado el proceso, la evaluación del Ministerio de Salud es positiva.
Se frenó la irrupción de la enfermedad en los niños mayores de 9 meses y menores de 5 años. Las cifras muestran que, hasta la fecha, la enfermedad ha provocado sólo 2 casos nuevos en este rango etario, que corresponden a menores que no fueron vacunados por sus familias.
Esto habla del éxito de la estrategia ministerial, en cuanto a dejar protegido a este grupo de la poblaciónparala presente temporada, donde se sabía que la circulación de la bacteria iba a ser incluso mayor que la del año pasado.
En lo que va del año hay en total 73 casos confirmados. Si bien el número es superior al total del año pasado, es considerablemente inferior a lo que se habría notificado si los niños no hubieran estado protegidos.Cabe recordar que en 2012 este grupo por sí solo sumó un 47% de los casos reportados.
Eso revela también la importancia de que los padres y madres no se descuiden en llevar a sus hijos a los vacunatorios. La protección de los niños es una responsabilidad compartida: el Ministerio de Salud garantiza la disponibilidad y gratuidad de la vacuna para todos los que están en el rango etario de vacunación, pero son las familias quienes deben asegurarse de que los niños la reciban a tiempo.
La vacunación fue una estrategia implementada por las autoridades y técnicos del Ministerio de Salud, como recomendación del Comité Asesor en Vacunas CAVEI, y refrendada por la opinión de organismos internacionales como la Organización Panamericana de Salud (OPS) y el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), cuyos expertos vinieron a Chile para conocer la situación.
El objetivo de la vacunación fue dejar protegido al grupo más vulnerable: los niños, debido a que las previsiones indicaban que la bacteria W-135 iba a presentarse este año con más fuerza incluso que en 2012, siguiendo el mismo patrón que en Brasil, Argentina y Uruguay. Y no sólo eso: la experiencia de esos países muestra que una vez instalado en un territorio, este meningococo permanece e incluso puede pasar a ser predominante frente a las otras cepas, causantes también de meningitis y meningococcemias.
De hecho, el manejo que Chile está haciendo de la enfermedad es seguido de cerca por instituciones científicas de diversos países, en el espíritu de aprender más sobre W-135 a partir de la experiencia chilena.
VACUNACIÓN A MÁS DE UN MILLÓN DE NIÑOS
La primera etapa de la campaña –iniciada el 22 de octubre de 2012 en la comuna de Peñalolén- concluyó exitosamente con el 100% delos niños mayores de 9 meses y menores de 5 años vacunados en todo el país, con más de 900 mil niños inmunizados.
Se continuó este año con la segunda etapa de refuerzo para los niños menores de dos años que requerían completar su esquema con dos dosis y aquellos que cumplieron 9 meses este año, abarcando otros 245 mil niños.
Eso da un total de 1.145.000 menores.
No obstante, con el fin de lograr que Chile se convierta en un país “libre” de la W135, se decidió incorporar la vacunación para los lactantes de nueve meses dentro del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) para que sea una actividad programática, es decir, se aplicará de manera regular año tras año y no excepcional como fue la campaña del 2012-2013.
El objetivo de esta medida es:
- Evitar un brote epidémico
- Mantener portación mínima
SITUACIÓN W-135 ESTE AÑO
Este año la infección por W-135 ha mostrado tendencia al aumento, en comparación con el año pasado. No obstante, es el comportamiento natural de una enfermedad emergente.
Los nuevos contagios se han presentado en otros grupos de edad distinto al foco de la vacunación como: menores de 9 meses, adultos y adultos mayores, sin concentrarse en ningún rango en especial, a diferencia de lo que ocurrió el año pasado donde cerca de la mitad de los casos eran niños menores de 5 años.
El 69% de los casos se ha presentado en la Región Metropolitana, y el resto en otras ocho regiones del país.
La letalidad (17 casos) alcanza a 23,6% y ha bajado levemente en comparación al 26,6% del año pasado (16 casos).
En cuanto a la presentación clínica, la forma predominante sigue siendo la infección fulminante y generalizada (meningococcemia), que ha aparecido en el 55% de los casos. Mientras que un 25% aparece como meningitis, y en 8% la presencia del meningococo se ha detectado como una infección en las articulaciones, un cuadro no visto el año pasado.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Hay que recordar que la bacteria habita en las gargantas de individuos portadores, que no necesariamente desarrollan la enfermedad. Simplemente la llevan consigo sin darse cuenta y pueden traspasarla a otras personas que sí se enfermen, por ejemplo, a los niños.
A diferencia de otros países, la bacteria no está radicada en un grupo específico de la población chilena. En Estados Unidos se ha determinado que los jóvenes alrededor de los 18 años son los principales portadores y por eso se les vacuna a ellos, para cortar la cadena de contagio.
Un estudio hecho este año por el Instituto de Salud Pública en las tres regiones más pobladas de Chile descartó que aquí ocurra lo mismo: sólo un 0,21 de los jóvenes de 10 a 19 años portan la bacteria en sus gargantas.
Por esa razón, no hay otro grupo de edad específico –aparte de los menores de 5 años- donde se pueda actuar de manera preventiva con la vacuna. La bacteria afecta por igual a jóvenes o adultos de cualquier tramo de edad.
Por eso, para la población general lo más eficiente en cuanto a protección es seguir cuidadosamente las siguientes recomendaciones:
- Lavarse las manos frecuentemente para eliminar las bacterias adquiridas por contacto
- cubrirse la boca o nariz con la manga o antebrazo al toser o estornudar para no lanzar microbios al ambiente
- no limpiar los chupetes, mamaderas o juguetes de los niños con la propia boca, porque la saliva podría contener la bacteria
- ventilar las viviendas para eliminar los microbios del ambiente