Día Mundial del Autismo: la estrategia para conocer el estado de detección y tratamiento en la Red del SSMC
La conmemoración, que ocurre en un escenario de alerta sanitaria global por el COVID-19, permite además difundir las necesidades especiales de estos pacientes ante esta clase de situaciones.
Este jueves 2 de abril se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo: una jornada para reconocer y celebrar los derechos de las personas que viven con Trastorno del Espectro Autista (TEA), algo que cobra especial relevancia en el actual escenario de alerta sanitaria.
Asimismo, es una buena oportunidad para conocer el trabajo que desarrolla actualmente el Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), para mejorar el abordaje de estos pacientes.
El TEA es un trastorno de origen neurobiológico, que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en dos áreas principalmente: la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta.
No está determinada su causa y es, además, una “discapacidad invisible”, ya que no lleva asociados rasgos físicos diferenciadores. El TEA acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, pero puede manifestarse maneras muy distintas: no hay dos personas con TEA iguales; dependerá de su propio desarrollo personal y de los apoyos que pueda tener, así como de si presenta o no discapacidad intelectual asociada y también de su nivel de desarrollo del lenguaje.
Puedes ver más detalles en una entrevista con la Dra. Claudia López, Neuróloga del Servicio de Neuropsiquiatría Infantil del Hospital Clínico San Borja Arriarán Oficial
En el SSMC, tras un proceso de levantamiento de información impulsado desde el Ministerio de Salud (MINSAL), el año 2019, nuestro equipo se abocó a diseñar una estrategia para conocer el estado de la detección y el tratamiento de estos pacientes, en los distintos niveles de la Red.
Cambios por la contingencia
Con la colaboración de la Dra. Claudia López, neuróloga infantil del Servicio de Neurosiquiatría del Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA), la estrategia tiene como objetivos identificar la oferta disponible así como las brechas para una atención continua y de calidad.
El trabajo, acordado con MINSAL, debía desarrollarse con visitas a los establecimientos de Salud Comunitarios (COSAM) y con revisión de las estrategias de detección en la atención primaria y cartera de servicios en el nivel hospitalario. No obstante, se ha visto alterado por la contingencia del COVID-19, pero sigue en pie. “Estamos levantando la información vía encuestas y usando también la herramienta de las videoconferencias. Usando otras vías para lograr lo mismo, mientras la situación permite retomar nuestra planificación original”, explica la sicóloga Maria Esther Ferrer, referente de Salud Mental del SSMC.
Asimismo, se esperaba cerrar esta primera etapa de levantamiento con una Jornada de Reflexión en el mes de mayo, que ante la contingencia puede reconvertirse en una capacitación on-line, centrada en lo más actualizado sobre la detección y el abordaje de TEA.
“Los convocados, en la atención primaria, serán los médicos y las enfermeras que realizan el control de salud sano y los equipos de los COSAM; y en los hospitales los equipos de neurología y siquiatría infanto-juvenil”, adelanta Ferrer.
Autismo y COVID-19
Al cruzar la prevalencia internacional con los datos de las comunas que componen el territorio del SSMC, se puede estimar una cantidad aproximada de 140 niños con diagnóstico TEA cada año. Levantar la cantidad de pacientes bajo control también forma parte de las tareas de la estrategia implementada, así como mejorar los sistemas de registro: por ejemplo, niños que son ingresados como “trastorno de lenguaje” y luego no se modifica su diagnóstico.
Los pacientes con TEA requieren un abordaje integral para mejorar su calidad de vida. En contextos como la actual alerta sanitaria por la pandemia de COVID-19, su cuadro puede verse agravado por la situación de confinamiento derivada de una cuarentena obligatoria o preventiva.
“Ellos pueden presentar conductas inapropiadas debido al cambio de rutinas y espacios. Y en ese sentido, necesitan realizar los desplazamientos, siempre y cuando se respeten las medidas necesarias para evitar contagios”, explica María Esther Ferrer.
En otros países, como España, se han dictado instrucciones especiales al respecto. En Chile no ha sido necesario, dado que no se ha decretado cuarentena total. Sin embargo, en redes sociales, asociaciones de familiares han promovido campañas como que los niños y su familiar a cargo porten alguna prenda (gorro, pañuelo o polera) de color azul, para identificarse. “Son niños que requieren realizar esta salida, pero es importante que sólo salga el niño con un adulto. No es paseo familiar”, reitera Ferrer.