Hospital de Urgencia Asistencia Pública triplica sus atenciones producto de la contingencia
Autoridades del recinto y del SSMC valoran el trabajo desplegado por los equipos, que han debido realizar una serie de ajustes para responder a la alta demanda de atenciones.
Hasta tres veces se ha multiplicado el número de pacientes diarios que arriba al Hospital de Urgencia Asistencia Pública (HUAP), producto de las manifestaciones que se desarrollan desde el mes pasado.
Las atenciones por jornada han aumentado de 150 antes del 18 de enero, día de inicio de las protestas, hasta más de 400 prestaciones diarias durante las últimas semanas.
Su emplazamiento cercano a puntos habituales de movilizaciones ha influido en el incremento exponencial de urgencias médicas que ha debido afrontar
Esto ha obligado al recinto a adoptar una serie de medidas para responder al aumento. Entre ellas, refuerzo de turnos y flexibilidad horaria; redistribución de personal médico que baja de los pisos clínicos a reforzar la urgencia en caso necesario; y aumento de compras de insumos, para contar con respaldo y anteponerse a eventuales faltas de stock. En este último punto, se ha trabajado además de manera coordinada con el resto de nuestra red hospitalaria, gracias a lo cual los medicamentos que no son utilizados en los hospitales San Borja Arriarán y El Carmen de Maipú se traspasan al HUAP en caso que se requiera.
Asimismo, el hospital debió reestructurar su área de urgencia, dividiéndola en tres sectores: patologías agudas (como infartos o pacientes graves derivados por el SAMU Metropolitano); pacientes leves que pueden recibir atención vertical o en camillas disponibles; y un tercer sector exclusivo para dar un flujo de ingreso independiente a los pacientes heridos en el contexto de protestas.
Entre las medidas está también la designación de una oficina para los veedores del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) y de un abogado para efectuar el catastro de pacientes ingresados.
Turnos de 24 horas
Con más de un siglo de historia, el HUAP ha sido habitualmente centro de atención para grandes catástrofes. Sin embargo, no es habitual la mantención durante semanas de un escenario con múltiples víctimas.
Al respecto, el director del hospital, Dr. Osvaldo Carrasco, destaca que ha sido la preparación de los equipos y las medidas adoptadas lo que ha permitido afrontar la situación. “Los eventos duran dos o tres días, pero ahora llevamos más de un mes. Un hospital cualquiera no puede soportar esta situación por más de una semana”, afirmó.
Por su parte Jorge Ibánez, jefe técnico del Servicio de Urgencia del HUAP, señaló que aunque han disminuido las consultas por patologías leves, las de mayor gravedad se mantienen, aumentando y concentrándose en número durante la tarde y noche. “El tercer o cuarto día vimos que las consultas eran importantes, con patologías más graves asociadas a las manifestaciones, lo que son obligó a tomar medidas extras. Esto, dado que teníamos que, paralelamente, seguir además brindando los atenciones comunes a los pacientes que seguían llegando desde sus casas o trasladados por el SAMU, con infarto, con hemorragia digestiva o con un accidente cerebro vascular”, indicó.
Desde el Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), la directora Dra. Patricia Méndez valoró el trabajo desplegado por la comunidad funcionaria del HUAP. “Desde los guardias y el personal administrativo, hasta los equipos clínicos que laboran 24/7, todos han estado muy comprometidos y dispuestos a adaptarse a los requerimientos, para asegurar la continuidad de la atención, oportuna y de calidad, a los usuarios y usuarias que han llegado hasta el hospital, sea desde alguna manifestación o por cualquier otro tipo de urgencia de salud”, aseguró.
Al respecto, la directiva destacó cómo para mantener la dotación del personal y la continuidad de los cuidados, se adaptó la rotativa de turnos, teniendo que asumir turnos de 24 horas, lo que además ha permitido al personal ingresar y salir de manera más segura.
Para dar respuesta también a los requerimientos de los parientes de lesionados y de los medios de comunicación, así como a la necesaria protección de pacientes y funcionarios, se han debido adoptar medidas adicionales a las adaptaciones clínicas señaladas. Entre ellas, reforzar la preparación de los equipos de seguridad para entregar una primera respuesta empática, oportuna y ajustada a la ley. De igual manera, coordinar el control de accesos y cámaras, y ajustar regímenes de visitas, entrega de información y espacios de espera, de acuerdo a las exigencias.