Isabella, Cristóbal y Thomas, pacientes del Hospital San Borja Arriarán, primeros beneficiados con bomba de insulina Ley Ricarte Soto
En el Hospital San Borja, Isabella (10 años), Cristóbal (8 años) y Thomas (3 años) se convirtieron en los primeros niños que gracias a la Ley Ricarte Soto recibieron una bomba de insulina que les cambiará la vida.
En el procedimiento de instalación de la bomba estuvieron acompañados por la Ministra de Salud, Carmen Castillo; el Director del Servicio de Salud Metropolitano Central, Jorge Martínez; y el Director del Hospital San Borja Arriarán, Patricio Vera, quienes destacaron el cumplimiento de un compromiso presidencial que beneficia a los pacientes diagnosticados con DIABETES MELLITUS TIPO 1 CON INESTABILIDAD SEVERA, uno de los 14 problemas de salud de alto costo cubiertos por la Ley Ricarte Soto.
“A estos tres niños les va a cambiar la vida. Uno de los niños expresó que ‘era tan feliz’. Ese mensaje es lo que queremos dejar como Gobierno. La Presidenta Bachelet nos instruyó a que hiciéramos la Ley Ricarte Soto, y hoy se le está dando la posibilidad a 846 personas, independiente de su previsión y condición social, de recibir este tratamiento”, explicó la Ministra Castillo.
En tanto el Director del Servicio de Salud Metropolitano Central, sostuvo que “estamos muy orgullosos de poder dar comienzo a este proceso de entrega en el Hospital Clínico San Borja Arriarán perteneciente a nuestra Red de Salud. Estamos viendo la promesa presidencial cumplida en la felicidad y tranquilidad de familias como la de Tomás, Isabella y Cristóbal que desde hoy son beneficiadas con este dispositivo”.
Habitualmente los pacientes que no disponen de una bomba de insulina deben realizarse cerca de 150 inyecciones en el mes, además de punciones diarias para medir sus niveles de glicemia, lo que les produce dolor, malestar y ansiedad. Con la incorporación de la bomba de insulina mejora sustantivamente la calidad de vida de las personas, pues disminuyen los riesgos de hipoglicemias, y gracias a un monitoreo constante se hacen innecesarias tantas inyecciones.
Isabella señaló tras el procedimiento que “para mí lo importante es que me va a cambiar la vida, voy a ser más feliz, no voy a sufrir de desmayos, ni nada de eso, ni voy a caer en el hospital. Entonces, va ser mejor mi vida con esto”.
Por su parte, Cristóbal indicó que “esto es demasiado bueno. Yo nunca creí que iba a llegar alguna parte a ser así. Esto es increíble, ya nunca más tendré que pincharme, a mí no me gustaba tanto pincharme”.
¿Qué es una bomba de insulina?
La bomba de infusión continua, más conocida como bomba de insulina, es un aparato que administra durante las 24 horas del día insulina ultra-rápida a los pacientes con diabetes mellitus tipo 1, lo que se conoce como tratamiento intensificado, ya que imita la secreción fisiológica de la insulina.
La bomba cuenta con un sensor que monitoriza la glicemia del paciente las 24 horas del día, permite que esté metabólicamente estable y ayuda a predecir las hipoglicemias.
Hay dos tipos de pacientes, tanto pediátricos como adultos, que pueden optar a la bomba de insulina a través de la Ley Ricarte Soto:
+ Pacientes con requerimiento de micro-dosis de insulina y que, a pesar de llevar una correcta adherencia al tratamiento, no logran un control glicémico apropiado.
+ Pacientes con buena adherencia al tratamiento, que presentan episodios de hipoglicemias severas e inadvertidas.
Sin la Ley Ricarte Soto, el costo particular de la bomba de insulina con sensor en pacientes DM1 inestables severos es aproximadamente de $8.341.856, incluyendo el valor de la Bomba, el sensor y los insumos anuales.
Cabe señalar que al 30 de abril de 2017, la Ley Ricarte Soto ha beneficiado a 5.256 personas con tratamientos gratuitos, basados en medicamentos, dispositivos médicos y alimentos, sin importar el Sistema de Salud al que pertenecen.